Derrotar el cáncer de seno ha sido el desafío más grande en la vida de esta bella actriz. Ahora, su misión es que la gente conozca su historia, crear conciencia sobre esta letal enfermedad y, así, salvar vidas.
Afortunadamente, el cáncer fue descubierto en la etapa inicial, por lo que Adamari sobrevivió exitosamente la mastectomía. Libre de cáncer y llena de vida, esta famosa Puerto rriqueña habla con Tu Salud sobre cómo su experiencia con esta terrible enfermedad le ha cambiado la vida.
El descubrimiento
La Adamari de hoy luce bella y glamorosa como de costumbre, aunque no es la misma mujer que se creía inmune a una experiencia como esta. “Yo era de las que pensaba que este mal no me afectaría porque me sentía súper bien y en mi familia nadie tenía cáncer”, confiesa. “Siempre me hacía chequeos periódicos y nunca, hasta el momento de encontrarme la masa, pensaba que podía desarrollar la enfermedad”.
Mitos como ése son la causa de que la mayoría de las mujeres hispanas descubran muy tarde que padecen de cáncer de mama, lo que limita sus posibilidades de recuperación. Por lo que recomienda a todas a que practiquen la autoexploración: “Que pierdan el miedo a tener contacto con sus senos y su sexualidad. Siempre les digo a las muchachas jóvenes que se examinen los senos por más pequeños que les parezcan; que se palpen ellas mismas, que conozcan cómo van cambiando mes tras mes, para que de esta forma no sufran las consecuencias más adelante”.
Los cambios
Tan pronto le diagnosticaron cáncer del seno, la actriz puertorriqueña no vaciló en anunciar públicamente su enfermedad y retirarse del mundo del espectáculo para dedicarse cien por ciento a su recuperación.
Después vino la transformación. “Cuando descubres que tienes la enfermedad”, explica Adamari, “la mayoría de las veces, a menos que tengas una secreción o un dolor drástico en los senos, no sientes nada. Entonces, después de los tratamientos y de las operaciones, empiezas a sentir mucho dolor en los huesos y las articulaciones, y todo el tiempo tienes náuseas. Engordé, aunque me mantuve activa y siempre salía a caminar. Después, exactamente el día 14 de la quimioterapia, se me empezó a caer el pelo”.
Atrás quedó la hermosa joven de cuerpo escultural, la enamorada del cantante Luis Fonsi, la famosa actriz de telenovelas. Las luces de las cámaras se apagaron, pero no la esperanza de Adamari, a quien no le importó en lo absoluto cómo iba a lucir su cara o su cuerpo como consecuencia del tratamiento. “Lo que yo quería era seguir teniendo valor para enfrentarme a las situaciones médicas que se iban presentando y no preocuparme por las situaciones físicas. Hoy la medicina está muy avanzada: el pelo vuelve a crecer y muchas mujeres tienen implantes de seno, así que esas cosas no eran tan importantes para mí”.
La actriz asegura que lo que la ayudo a sobrellevar la recuperación y a reponerse fueron el amor que le tiene a la vida, su fe en Dios y el apoyo de sus seres queridos. “Esa comunicación, ese cariño, esa mano, esa mirada que solamente deseas recibir de tu familia es lo que te saca adelan-te”, dice Adamari. “Si quieres compadecerte de ti misma tirada en la cama, pues la experiencia no se te hará muy fácil; pero es diferente si tienes ganas de vivir y piensas que todo lo difícil y negativo que estás sintiendo va a pasar pronto”.
La experiencia convirtió a Adamari López en una mujer más segura de sí misma, que ha conocido lo que es pasar por momentos muy difíciles y que ha podido sobrellevarlos: una mujer, según ella, “más fuerte, más alegre, más feliz, más llena de vida; una mujer más completa”.
Un nuevo comienzo
Lista para recibir el aplauso de sus fanáticos, la actriz regresa a la televisión como Ingrid Linares, la villana de la nueva telenovela de Televisa, Bajo las riendas del amor. En medio de largas horas de grabación, entrevistas y demás compromisos profesionales, Adamari tiene muy claro que su prioridad, por encima de la fama, es mantenerse saludable y reducir el riesgo de que el cáncer reaparezca.
Con la misma disciplina con la que se ejercita en el gimnasio, todos los días se toma una píldora que elimina la producción de estrógeno y progesterona de su cuerpo. Así lo debe hacer hasta que se cumplan cinco años de su terapia postoperatoria para reducir el riesgo de que las células cancerosas vuelvan a aparecer en su cuerpo.
No es fácil lidiar con los efectos secundarios de este medicamento (la quimioterapia pue-de causar fatiga, pérdida del cabello, incluso menopausia temprana, por mencionar algunos), sobre todo porque tiene que posponer uno de sus sueños más anhelados: convertirse en madre. “Lo recomendado por los doctores es cinco años de terapia. Lo que tengo que hacer es tomarme los medicamentos como corresponde, seguir haciéndome los exámenes y, si todo sale bien,
ya tomaremos nuevas decisiones”.
Con el fin de crear conciencia en la comunidad hispana sobre el cáncer del seno, desde el 2006 Adamari es portavoz de la fundación para la cura del cáncer Susan G. Komen for the Cure, responsabilidad que le ha permitido hablar con miles de mujeres sobre la importancia de la prevención y detección temprana de la enfermedad.
Adamari es una sobreviviente. No tiene miedo a decir la verdad sobre una enfermedad que mata a miles de mujeres cada año. “La prevención es lo que nos salva la vida”, concluye, “y mientras más rápido podamos conseguir sacar el cáncer de nuestro cuerpo, más posibilidades tenemos de vivir”.
NO OLVIDES EL EXAMEN
El cáncer de seno es el tipo de cáncer más común y una de las mayores causas de muerte entre las latinas. Para reducir tus probabilidades:
• A los 20 años ya tienes la edad para empezar a hacerte mensualmente el autoexamen de senos (encuentra consejos en español e inglés en https://www.komen.org/breast-cancer/screening/breast-self-exam/ o llama al 800.462.9273). El mejor momento para hacerlo es una semana después de tu menstruación, cuando tus senos no están tan sensibles o inflamados.
• Durante los 20 y 30 años debes acudir a un doctor para que te realice una prueba clínica cada tres años. Si tienes mayores riesgos que el promedio de las mujeres (como cuando se tiene un familiar cercano que desarrolló la enfermedad antes de la menopausia), habla con tu doctor para hacerte una mamografía (rayos X). En mujeres de alto riesgo, ellos pueden recomendar un examen de resonancia magnética MRI, que detecta tumores pequeños.
• A los 40 años debes procurar que tu doctor te realice una mamografía anual. Si eres de alto riesgo, habla con él/ella acerca de realizarte un MRI.
Para obtener mayor información acerca del cáncer de seno en español o inglés, llama a la línea de asistencia de la fundación Susan G. Komen for the Cure al 800.462.9273.
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